viernes, 17 de octubre de 2008

- Tiempo y oportunidad de grandes cambios.

Después de varias décadas de fundamentalismo económico, dos de los sacrosantos mitos del sistema capitalista amenazan con derrumbarse. Primera, el mercado siempre tiene razón y es capaz de autoregularse. Falso, la avaricia del actual sistema ha llegado a tales niveles de especulación y manipulación que lejos de estar sustentada en una economía productiva o real, se ha convertido, en una economía ficticia, virtual, o lo que es lo mismo, inexistente. Segunda, cuanto menos intervenga el Estado en el mercado mejor. Falso también, la dimensión de la actual crisis del sistema es consecuencia directa de su falta de regulación y transparencia y sobre todo de la dejación que han hecho nuestros gobernantes políticos en su obligación de velar por el interés general y por los derechos de la ciudadanía.

La combinación de ambos mitos y la falta de valores éticos de gran parte de nuestros dirigentes, son causas principales de la estrepitosa caída del actual sistema financiero, que en la mayoría de los países ha destapado una encubierta crisis estructural de sus economías reales, que como siempre pagaremos el conjunto de la sociedad. Leer +

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